El Bellas Artes de Bilbao nos muestra los veraneos de Sorolla en Euskadi

"Bajo el toldo, Playa de Zarauz". (1910) Sorolla.

En el año en que se conmemora el centenario del fallecimiento de Joaquín Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla, Madrid, 1923), La Obra Invitada trae a la sala 19 del museo Bajo el toldo, Playa de Zarauz (1910), una obra clave para entender las estancias del pintor en tierras vascas.

"Bajo el toldo, Playa de Zarauz". (1910) Sorolla.

Representa a su familia a la sombra de uno de los característicos toldos de la playa de la localidad guipuzcoana y se contextualiza con otro lienzo de menor tamaño con una panorámica del mismo arenal, una fotografía de Sorolla pintando en él y cuatro dibujos preparatorios. El programa se suma así a la efeméride con esta refinada escena de suave cromatismo iluminada por la luz del norte que tanto cautivó al pintor.

El lienzo Bajo el toldo, Playa de Zarauz (1910), esuna pintura clave para entender las estancias del artista en tierras vascas, que muestra a la familia del pintor -su mujer Clotilde y sus hijos María, Elena y Joaquín- elegantemente vestidos y a la sombra de uno de los característicos toldos de la playa de la localidad guipuzcoana.

Hacia 1900 Sorolla empezó a pintar las playas del norte, por entonces frecuentadas por la familia real y la aristocracia. Este elegante veraneo le permitió representar escenas de refinado ocio con un nuevo cromatismo propio de la luz septentrional, tan diferente a la de las playas de su Valencia natal. En 1909 expuso estas obras en Nueva York y, animado por su éxito, en el verano de 1910 viajó con su familia a Zarautz, residencia veraniega de la reina Isabel II. 

La pintura se expone, además, contextualizada con otro lienzo que representa una panorámica de la playa y con cuatro dibujos preparatorios de las figuras. Por último, una imagen de época de Sorolla pintando al aire libre remite a la importancia de la fotografía en su pintura, cuyo origen se sitúa en la estrecha relación que mantuvo con su suegro, Antonio García, uno de los fotógrafos profesionales españoles más prestigiosos del momento.

Playa de Zarauz, 1910.Colección Museo Sorolla, Madrid.
Playa de Zarauz, 1910.Colección Museo Sorolla, Madrid.

Sorolla en el País Vasco

En 1889, en su viaje de vuelta de Roma, donde se relacionó con la numerosa colonia de artistas vascos allí establecida, Joaquín Sorolla conoció el País Vasco y, tras una parada en París, se estableció unos días en San Sebastián. A partir de entonces, y hasta 1910 de nuevo de camino hacia París, hizo a menudo breves estancia vascas, que aprovechaba para tomar apuntes y pintar obras de pequeño formato en las que descubría la luz húmeda de la costa cantábrica y su cromatismo dominado por verdes y grises.

Además, y a partir de los veraneos de la reina Isabel II en Zarautz, las playas del norte se convirtieron en lugar predilecto de la familia real, la aristocracia y la alta burguesía, de modo que Sorolla, junto con los nuevos motivos pictóricos que le proporcionaba el entonces elegante veraneo, encontró aquí una nutrida clientela ansiosa por ver y adquirir sus obras. Desde entonces, el pintor regresaría en numerosas ocasiones, casi siempre acompañado por su familia.

En el verano de 1906 la familia se instaló en Biarritz y San Sebastián para que Sorolla pudiera pintar playas y escenas de costa. En 1910 viajaron para una nueva campaña pictórica a Zarautz, donde retrató a su familia en la playa en una serie de obras que ponen en evidencia su enorme calidad como retratista. Pero a causa del mal tiempo, se vio obligado a pintar también escenas de género con interiores de tabernas con pescadores bebiendo, más cercanas a la pintura realista del siglo XVII. 

En 1911 veraneó por primera vez en San Sebastián tras regresar de San Luis y Chicago, en donde la Hispanic Society de Nueva York había organizado con gran éxito su segunda exposición itinerante. En 1912 pasó la primera quincena de julio en Biarritz pintando los retratos de Archer M. Huntington, fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York, y su esposa. El resto del verano se instaló en San Sebastián, desde donde viajó para hacer los estudios de tipos del Roncal para el panel dedicado a Navarra de la Hispanic Society. Durante la primera quincena de septiembre de ese mismo año pintó también en la localidad de Lekeitio (Bizkaia).

En septiembre de 1913 viajó nuevamente a San Sebastián para entrevistarse con el rey Alfonso XIII. En 1914 regresó allí con su familia para terminar el cuadro del País Vasco  –Los bolos, Gipuzkoa para la Hispanic Society. En 1917 pasó el verano con su familia en Villa Sorolla, situada en la carretera del faro de San Sebastián, en las faldas del monte Igueldo. También se instaló allí el siguiente verano, tomando apuntes y pintando escenas de playa y del entorno de la ciudad, y una veintena de obras de pincelada suelta con el rompeolas y el monte Ulía al fondo. 

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