Disfruta del 125 aniversario del Echaurren de Ezcaray

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Siempre es un buen momento para descubrir Ezcaray y su emblemático restaurante Echaurren, que celebra por todo lo alto su 125 aniversario con un calendario lleno de citas irrepetibles. En agosto, las cenas con ambientación teatral los próximos 3, 17 y 24 de agosto, en Echaurren Tradición. ¡Reservas ya disponibles!

Nos vemos en Ezcaray para disfrutar juntos de un verano para recordar... ¡Ha comenzado el verano más emocionante de Echaurren! Y para ello está celebrando por todo lo alto su 125 aniversario con un calendario lleno de citas irrepetibles. Un verano mágico en Ezcaray. Para ello nos proponen una cena irrepetible en la que vamos a revivir los 125 años de historia de Echaurren. Honrando a sus antepasados a través de un magnífico viaje en el tiempo y disfrutando de un menú diseñado para la ocasión.
Celebraremos las cenas con ambientación teatral los próximos 3, 17 y 24 de agosto, en Echaurren Tradición. ¡Reservas ya disponibles!

Una casa, cinco generaciones
A finales del siglo XIX Ezcaray crecía al ritmo que lo hacían negocios como la minería y la madera. En el centro de esa próspera villa, nuestro tío Pedrito y nuestra tía Andrea decidieron abrir una fonda en la primera planta del edificio donde gestionaban un despacho de diligencias y un mesón. Ese lugar, el de la fotografía que veis aquí, es el mismo edificio donde seguimos recibiéndoos a día de hoy.
Con la Fonda Echaurren dio comienzo una tradición gastronómica y hotelera que ha perdurado hasta el día de hoy durante 125 años y a lo largo de cinco generaciones.
Cristina, sobrina de nuestros fundadores, cogió el testigo en la cocina de Echaurren en 1925. El negocio ya había adquirido gran prestigio, aunque los años de la posguerra fueron complicados. Cristina vendió el negocio a su hermana Julia, nuestra abuela. Junto con el abuelo Luis, regentaron el restaurante hasta 1957.
Los veranos, aún sin turistas, y los largos inviernos de Ezcaray, eran aliviados por los dulces que elaboraba nuestra abuela Julia en los soportales del edificio. En esa confitería jugaba a ser cocinera la hija pequeña del matrimonio, Marisa, nuestra madre.
Con todo lo que aprendió de su tía abuela Andrea, de su tía Cristina y de su madre Julia, Marisa Sánchez tomó las riendas de Echaurren con solo 18 años. Su marido Félix Paniego se hizo cargo de la bodega y de las cuentas del negocio.

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