El Espárrago de Navarra es un producto cuyo cultivo a orillas del río Ebro se ha transmitido a lo largo de muchas generaciones. La temporada del espárrago es muy corta (de marzo a junio) pero su figura esbelta y elegante llega a todos los puestos de verduras, tiendas de alimentación y supermercados.
El espárrago en fresco es tan distinto del de lata que parecen productos diferentes, aunque los dos provienen del mismo sitio: de las fértiles huertas regadas por el Ebro a su paso por Aragón, La Rioja y Navarra. Allí, bajo los caballones para que la luz del sol no estropee su blancura, crecen hasta que el hortelano, uno a uno, los saca a la superficie haciendo un pequeño hoyo en la tierra, los corta y vuelve a tapar el pequeño agujero.
Cómo prepararlos
Es muy fácil degustar Espárragos de Navarra frescos. Se pelan generosamente de arriba abajo con cuidado de no tocar la yema. Se corta la parte final del tallo a la misma longitud, que es la más fibrosa y se ponen a hervir con agua abundante y sal. Una vez escurridos, se recomienda tomarlos templados para apreciar su sabor y características en toda su expresión.
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