El plato como arte

Más sobre:
¿Por qué la cerámica o la loza?
Podría decirse que soy una exploradora de todas las técnicas y de todos los soportes artísticos. Mi trabajo es un proyecto libre y variado de estilos, materiales y modos de representación. La cerámica, en apariencia relegada a las artes decorativas, puede ser la materia prima para obras que aborden temas que propician la reflexión. Un soporte que recupera una tradición milenaria y amplía nuestra manera de percibir el arte.
¿La creas o adaptas y personalizas objetos ya existentes y que han tenido su propia vida? ¿Cómo será su nueva vida?
Mis creaciones se materializan a través de tres vías, piezas de cerámica fabricadas manualmente, piezas en serie elaboradas a partir de un molde y cerámica intervenida pintada a mano, fundamentalmente platos antiguos rescatados del pasado que cambian de contexto, de la mesa a la pared.
Esta idea entronca con el concepto filosófico japonés donde lo antiguo, desgastado o defectuoso se convierte en el mejor soporte del arte de encontrar belleza en la imperfección. Estas piezas sobrevivieron y llevan las marcas del tiempo, por tanto, es justo recuperarlas y dotarlas de una nueva vida.


¿Qué efecto pretendes generar con tu trabajo?
En mi trabajo artístico, la cerámica se ha convertido en uno de los soportes principales para entretejer elementos tradicionales del ámbito doméstico con temas de índole social, político o filosófico en torno a la perspectiva de género y la identidad, así como la palabra es utilizada como base para la construcción de un discurso actual; a través de mensajes cortos, aparentemente inocuos, planteo una discusión sobre diversas materias bajo el prisma del humor y no exentos de cierta ironía.
En un soporte frágil como la porcelana y con un lenguaje formal cercano al grafiti y la cultura urbana, vuelco mi propio universo, mis influencias, sentimientos y experiencias más íntimas.

"En un soporte frágil como
la porcelana y con un lenguaje
formal cercano al grafiti y
la cultura urbana, vuelco
mi propio universo"
¿Cuánto cuesta uno de tus platos?
Las piezas son asequibles, a partir de 90 euros se puede adquirir un plato y por un precio no superior a los 2.000 euros, una instalación. Hay que reactivar el coleccionismo de las nuevas generaciones, de la misma forma que acceden a viajes, se pueden comprar una obra. Además, desde la tienda online viajamos a casi todo el mundo.
Este es el país de la comida, de lo gastronómico, el paraíso del gourmet, las estrellas Michelin... ¿Tus platos indican que eso llega hasta la creatividad gráfica?
Bueno, si eso significa que mis platos llenan de arte las paredes de algunos restaurantes como Zapirain en Bilbao o Arropain en Lekeitio, y otras colaboraciones puntuales que han surgido con otros restaurantes en estos últimos años, pues tengo que decir que estoy encantada de contribuir a que el arte y la gastronomía sean un binomio perfecto.
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